El proceso de «agriculturización» se define como el uso creciente de las tierras para cultivos agrícolas en lugar de usos ganaderos, mixtos u otros. Se asocia a cambios tecnológicos, expansión de la frontera agropecuaria e intensificación del monocultivo.

En la provincia argentina de El Chaco, hasta el final de la década de los 1930 la expansión de la agricultura estuvo basada en la ocupación de nuevas tierras, que llegaron a ser más de un 30% del total de las tierras agrícola-ganaderas en la pampa húmeda. A partir de los años 1960, la agriculturización se produce a expensas de la superficie dedicada a ganadería extensiva, cultivos industriales y bosques. En la década de los 1990 se acelera la concentración de la tierra y la actividad agrícola, tanto en la pampa húmeda como en regiones extra- pampeanas (Noroeste y Noreste). Esta transformación muestra además entre 1988 y 2002 más conversión agrícola e incremento del monocultivo de soja. La pérdida de los recursos forestales nativos está relacionada con la expansión de la frontera agraria, en un proceso que rebasa los límites de la sustentabilidad forestal, con la consecuencia de degradaciones y reducciones del bosque.

El artículo explica: 1) el proceso de deforestación/ expansión de la frontera agrícola en la Argentina; 2) las transformaciones ambientales que ha provocado; y 3) la acción de los actores sociales comprometidos en este proceso.